EPILOGO VENDIDA COMO MERCANCIA, DIEZ AÑOS DESPUÉS...



Bella
—Aparta, que esto no es para novatos —dice Dumar dándole un codazo a su amigo.
—¿Ah sí? —repone Zadir—. ¿Y desde cuándo sabes tú hacer una barbacoa en toda regla? Mira, como no me dejes hacer esto a mí, acabaremos todos intoxicados…
Suspirando con los brazos en jarras volteo para mirar a los hombres que cada vez que se juntan se ponen a soltar pullas y discutir tonterías como si fueran unos críos. Luana me mira desde su hamaca bajo la sombrilla y pone los ojos en blanco mientras le da el pecho a su bebé que continúa prendido a ella con sus manitas regordetas.
—Definitivamente les hemos malcriado —comento negando con la cabeza.
Nos echamos a reír porque aunque bromeemos en el fondo sabemos que es verdad. Tanto Luana como Nadia como yo mimamos demasiado a nuestros esposos.
En ese momento Nadia regresa al jardín y dejándose caer en una tumbona junto a nosotras nos dedica una mirada maliciosa.
—Tengo una idea, chicas —Luana y yo nos miramos porque las ideas de Nadia suelen ser una pasada, cuando no acaban en desastre, claro está—. Deberíamos dejar plantados a nuestros esposos e irnos de compras con los niños. ¿Qué os parece?
Hago una mueca de desilusión.
—¿Justo antes de comer?
Nadia me mira sonriente.
—No te preocupes, comeremos algo por el camino. ¿Recuerdas el catálogo de aquella casa de antigüedades que te mostré hace un tiempo? Pues han rebajado los precios y hay unas cosas la mar de interesantes.
Luana suelta la risa.
—Tú y tus chollos, ¡a veces te comportas como si Ibriel fuera un tacaño!
—Que va, de tacaño ni un pelo —dice sacando de su bolso una tarjeta de crédito negra y dorada y luego se nos queda mirando con una sonrisa, pues las tres sabemos muy bien lo que aquello significa: ¡gasto ilimitado!
Luana suspira cruzándose de brazos.
—Mi Zadir se enfurruña con cada compra que hago y casi tengo que convencerle de que la ropa de los niños no es un gasto suntuario. Es que no quiere hacer gastos superfluos porque dice que debe ser un ejemplo para su pueblo.
—Tiene sentido —comento yo pensando en cuanto se parecen los dos amigos. Se ve a la legua que se han criado juntos y que comparten los mismos valores. Ibriel en cambio es algo distinto, lo noto por como se comporta con Nadia. Creo que de los tres, él es quien más mima a su princesa. Después de todo ha tenido una vida difícil y su nueva familia lo es todo para él.
¿Quién puede culparle? Al fin y al cabo, que los hombres se desvivan por nosotras es señal de que nos aman profundamente.
Cojo mi bolso y llamo a los niños.
—¿Sabéis, chicas? Estoy de acuerdo —digo poniéndome en pie—. Los hombres se las apañarán sin nosotras.
Luana enarca una ceja echando un vistazo por encima del hombro a su esposo que en ese momento suelta un taco porque se ha quemado con una brasa de la barbacoa.
—Pues yo no estaría tan segura.
Las tres estallamos en carcajadas al unísono y los hombres interrumpen su concurso de chulería para mirarnos con curiosidad.
—¡Niños, que nos vamos de compras! —anuncio a voz en grito.
Mis peques llegan corriendo con sus caritas rojas de sudor de tanto corretear por todos lados.
—¡Pero mami, quiero quedarme a jugar con los primos!
Me agacho para plantarle un besazo en la mejilla al pequeño Dumar.
—No te preocupes, precioso, que los primos vienen con nosotros—digo abriendo los ojos de par en par y enseguida susurro en su oído como si estuviera contándole un secreto—. ¡Y hasta podréis meteros en el castillo hinchable todos juntos!
—¿De verdad?
Sonrío radiante llevándome una mano al corazón.
—Prometido.
Me acerco a las cocinas donde mi esposo está bebiendo cerveza mientras vigila las chuletas y le abrazo por detrás gimiendo al oler el perfume de su loción de afeitar. De inmediato uno de sus grandes brazos rodea mis hombros y me atrae hacia sí para darme un beso tan apasionado que me hace perder los papeles. Tras abandonarme a sus besos por un momento me recuerdo que llevo prisa y lentamente me aparto de él con una sonrisa maliciosa.
—Os dejamos solos, chicos. ¡Divertíos!
Dumar frunce el cejo preocupado.
—Oye nena, ¿dónde cojones piensas ir sin mí?
Río al comprobar que se ha puesto tan celoso y posesivo como siempre.
—¡Ay mi amor, eres incurable! ¿Que dónde iremos? Pues lo más probable es que  no ande demasiado lejos del centro comercial, ya me conoces.
Le veo resoplar.
—Otro safari por las tiendas, lo que me temía.
—No te preocupes que ningún animal resultará herido.
—Ah, claro, que ahora todo es piel sintética.
—¿Qué dices? —le empujo divertida y él me coge por la cintura atrayéndome hacia su cuerpo. Le abrazo el cuello dándole otro beso sonoro.
Su boca baja hasta mi oreja y roza mi lóbulo con sus labios.
—No te olvides que esta noche tenemos cita.
Le miro con los ojos entrecerrados.
—Eso te lo tendrás que ganar.
Él resopla dándome una palmada juguetona en el culo y doy un respingo refunfuñando, pero en el fondo deleitada por su gesto tan masculino.
—Anda, ve y disfruta, pero no creas que te librarás de mí tan fácilmente. No apagues el móvil que estaré pendiente de ti en todo momento.
—Vale, cariño, hasta esta noche.
El me guiña un ojo y susurra con su voz grave y sensual.
—No puedo esperar, nena.
Sonrío con anticipación al ver el deseo en sus pupilas. El tiempo no parece haber aplacado su pasión. Sigue tan ardiente como el primer día, y la verdad es que no le voy a la zaga. ¡También yo me muero porque llegue esta noche!
Con ese pensamiento en mente me reúno con mis amigas y cargamos a los niños en el cuatro por cuatro. Según van subiendo, cuento las cabecillas para asegurarme que no falte ninguno y después me siento al volante. Echo un vistazo al espejo retrovisor y le indico a Nadia que se siente en los asientos de la parte de atrás, donde irá más segura con su bebé.
—¿Todos los piratas a bordo?
Un coro de voces entusiasmadas responde.
—¡Sí, mi capitán!
—Vale, entonces quiero que os abrochéis el cinturón de seguridad —digo antes de arrancar el motor. Veo que Dumar está hablando con su gente de seguridad. Seguramente nos hará seguir para protegernos durante toda la excursión. Pongo los ojos en blanco pensando que a lo único que no he podido acostumbrarme en todos estos años es a tener guardaespaldas.
—¡Atención! —exclamo aclarándome la voz—. ¡La nave pirata está a punto de zarpar hacia la Isla de las Compras!
Los niños festejan mi ocurrencia riendo a carcajadas y chillan de alegría cuando pongo rumbo hacia las puertas del palacio que pronto se abren para nosotros.
Antes de tomar la autopista me miro en el espejo para ahuecarme el cabello y ajustarme las gafas de sol en la nariz. No puedo evitar notar la sonrisa de oreja a oreja que prácticamente llevo dibujada en los labios desde el día en que me casé con Dumar. Suspiro de satisfacción porque me siento feliz. El sol brilla en lo alto y el aire aquí dentro del coche es fresco y perfumado. Cierro los ojos durante un momento oyendo las voces y las risas cristalinas de los niños. Vaya, ¿qué más se puede pedir?
Hoy es un día perfecto y me tomo unos segundos para dar las gracias por tantos días perfectos que he vivido junto a mi familia y a mis amigos.
Dumar tenía razón. Solo debía dejar de ser tan cabezota y permitir que él se encargara de satisfacer mis deseos y necesidades. ¡Y vaya si lo ha conseguido! Me sonrío interiormente porque él se ha salido con la suya y todos hemos ganado por ello.
Suspiro pensando que mi esposo es el primer y último hombre que ha tenido el valor de comprar mi corazón. Y me alegro tanto de que haya sido él, pues volvería a vendérselo mil veces más si hiciera falta.
FIN

         Pincha aquí para leer la novela en AMAZON



                                               
                                                            

Comentarios

  1. muy bonita historia me he leido las tres de junto y quise dar mi opinion hasta el final de las tres todas son muy hermosas la trama en que todas dan un final feliz los nombres de los personajes son increibles y sobre todo que las historias terminen unidas entre si es lo mejor debo decir que me han sacado unas cuantas carcajadas y otras veces unas cuantas lagrimillas pero en fin muy lindas.
    muchas gracias por deleitarnos con estas maravillas

    ResponderEliminar
  2. Me gustaron mucho las tres historias.
    Acabo de terminar los epílogo 10 años depues, me encanta saber que paso con los personajes, que fue de sus vidas.
    Gracias Brenna por dejarme entrar y disfrutar ese maravilloso mundo que encontre en cada uno de tus libros.

    ResponderEliminar
  3. Casinos near Casinos with Casino Games near me
    The only area 전라북도 출장샵 to get close to Casinos with 삼척 출장샵 Casino 남양주 출장샵 Games. Hotels near Casinos with 태백 출장마사지 Casino 밀양 출장마사지 Games near me. Casinos Near Me - Find a Closer Look At Casinos Near Me.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares